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... SIN DEJAR DE SONREIR ...

Abrazos gratis

Abrazos gratis Hay pequeños detalles, insignificancias, que consiguen forzar la mejor de tus sonrisas. Hoy me ha pasado una cosa realmente curiosa, y como yo, varias personas han sonreído de un modo puro, limpio. También me ha hecho recordar un video que vi hace poco: “se regalan abrazos”… Pero a lo que iba. Tranquilamente, de vuelta del desayuno iba yo en el mejor momento de todas las mañanas, esto es: con mi cigarrito, tranquilo, hacia el trabajo una vez vencido el hambre y el sueño gracias a mi amigo Antonio, camarero barcelonista donde los haya que me suministra diariamente mi dosis de cafeína y críticas constructivas hacia el equipo de Rikjaard. Como decía, a paso corto, alargando la media horita de relax cuando escucho risas entre la gente. Ya sabéis, típica escena de lunes a las 11 de la mañana; el vendedor de la ONCE, los curritos desayunando, las maris despotricando de sus maridos, las terrazas llenas y el olor a café impregnando todo. Lo único que no concordaba con el ambiente eran las risas. -          ¡¡¡Te quiedooooooooooo!!! Una niña de cinco o seis años, mellada, con un peto vaquero se me agarró a la pierna sonriendo. Las risas crecieron y una “enfadada” madre con una mal disimulada sonrisa llamó la atención a su niña. -          ¡¡Yo también te quiero!! Claro, quien me conoce sabe que un momento así da sentido a mi vida. “Se regala amor oiga”. Cogí a la niña en brazos y ella a lo suyo, riéndose. Su madre me comentó que le había dado por querer a todo el mundo, “ya se le pasará”, dije yo en una metáfora absurda de la vida y la inocencia de la niñez. Y aquí estoy, vuelta al trabajo pero antes no pude evitar mirar detrás de mí, donde la niña seguía regalando amor y la gente reía con una sinceridad que pocas veces he podido escuchar. Para más información sobre lo que intento decir: http://www.youtube.com/watch?v=lv5GAQiPm8g

1 comentario

DuNa -

"Hay un universo de pequeñas cosas que sólo se despiertan cuando tú las nombras"

Nadie puede apreciar esos pequeños detalles y contarlos como tú los cuentas. No se me ocurre nada más...

(Advierte de la necesidad de contar con un pañuelo a mano para los ataques de felicidad emocionada jajaja)