Blogia
... SIN DEJAR DE SONREIR ...

Gafapasta hispano VS frikichentero

Gafapasta hispano VS frikichentero

PRE DISERTACIÓN Aclaro antes de comenzar esta disertación, que muchas de las cosas consideradas gafapastiles, me gustan. Y mucha de las cosas consideradas frikichenteras… no me gustan a niveles estratosféricos. Pero, ante todo, me considero firme defensor del último bastión de la cultura, del frikismo a nivel usuario. Es decir, nunca me veréis nombrar de carrerilla todos los planetas del universo Star Wars, pero por supuesto que se quien es Greedo… ¿cómo? ¿Qué no sabéis quien es Greedo? Tranquilo, también podéis ser frikichenteros, lo que cuenta es la intención. 

DISERTACIÓN Existen dos tipos de seres humanos en el planeta Hispania. Bueno, no quiero correr el riesgo de que esto se convierta en Mundodisco, pero empiezo a aclarar. Existen muchos tipos de seres en el planeta Hispania, alguno más humano que otro. Pero para mi pequeño mundo bloguero en la entrada de hoy, tan sólo existen dos. Hablamos, ya lo dice el título de la entrada, de gafapastas hispanos y frikichenteros. Por una vez en mi vida, quiero hacer una buena entrada estructurada, ahora que me salgo de mi tónica depresiva bloguera, intentaré coherenciar (toma palabro inventado) el texto, así pues, comencemos por lo básico, definamos a los engendros y a los adorables frikichentero, ¿se me van notando las preferencias?

 Axiomas mentales y de comportamiento.

 ¿Gafapastas? Si, ya sabéis, esos individuos que hacen como que adoran determinados movimientos culturales, determinada música y luego, en la soledad de su casa se enganchan a los cuarenta principales y zapean buscando cual posesos una peli ligera de chistes sobre pedos y judíos. O sobre judíos y pedos, independientemente. La característica principal del gafapasta es la hipocresía. Nunca serán capaces de admitir que Rambo es una gran película, en todo caso se tratará de un “subproducto de acción, sobrevalorado para el vulgo debido a su carencia argumental subsanada con amagos de actuaciones fácilmente asumibles dentro de un contexto bélico que a cualquier individuo sin inquietudes puede satisfacer en el plano solaz”. ¡Mira!, me ha salido otra característica de los gafapastas: son pedantes hasta el absurdo, no dudan en inventarse palabras, y no por jocosidad o pereza como yo, si no para quedar mejor. Otra característica única de los gafapastas es la socarronería. Si a cualquiera que ronde a un gafapasta se le ocurre decir, por ejemplo: “¡Uff! ¡Qué yuyo daba la el capítulo de IT en el que Stan se cortaba las venas y escribía ‘IT!’ en la bañera con sangre” Ahí tenemos al gafapasta en una de sus poses más típicas: gafas empujadas hasta el dolor en el puente, movimiento sutil para sujetar el pelo detrás de la oreja y sonrisa de club de campo, es decir, estirando el labio superior y frunciendo las cejas. Esta expresión, tan gafapastil, viene a decir: “¡Por favor! Stephen King… ¡qué individuo más masificado!” Si, quiere decir eso, y sólo eso, en su cabeza tiene sentido. 

¿Frikichenteros? Efectivamente. La palabra friki ha caído en desuso últimamente, por culpa del fenómeno Otaku, ya cualquiera que guste del cosplay o que se conozca todos los niveles ninja por los que atravesó Naruto, es friki. Cualquiera que tararee con una sonrisita y un movimiento alternativo de hombros: “¡No conquistas nada, con una ensalada!” es friki. Cualquiera que haya visto dos veces El Retorno del Rey y una la Comunidad del Anillo, versión extendida, es friki. Hoy en día, y por esa increíble tendencia a englobar a la gente, todo el mundo es friki o cani o gafapasta o pelocenicero o rapero o comehierba… desde aquí quiero reivindicar la figura del auténtico friki, del mismo modo que intento localizar al auténtico gafapasta y enfrentarlos a ambos en cruel combate. El Frikichentero, o friki de los ochenta, ES el auténtico y genuino friki, no hay vida más allá. ¡Ojo! No quiere decir que sólo puedes ser frikichentero si has vivido en su plenitud los ochenta. Yo nací en el 84, así que lo tendría chungo. Simplemente te sientes identificado con la gente de treinta años que disfrutó con su 286 jugando al Monkey Island sin guías ni mariconadas por el estilo. De hecho, tu también lo hiciste, ¡y con 8 años! Que eso si que tenía mérito. Eso es un frikichentero. El frikichentero suele ser un individuo triste, melancólico, de esos de “cualquier tiempo pasado fue mejor”. No llora con el final de Casablanca, pero sin con Bruce Willis en La Jungla 4.0 (vaya mierda de título) repitiendo lo de “¡Yippie Kai Yei hijo de puta!”… ¡cómo no llorar! Ya no quedan héroes como los de antes. Un frikichentero, disfruta bajándose emuladores y observando con desánimo como sus manos han perdido velocidad de movimientos y ya no hay cojones de pasarse la primera pantalla del Army Moves… en fin… 

Axiomas físicos e indumentarios 

El gafapasta hispano da bastante asquito. Es decir, es de esos individuos que te dan la mano lacia. Como si temieran romperte los huesos. Suelen ser desgarbados. O flacos desgarbados o gordos desgarbados, y nunca, nunca serán físicamente apetecibles. Sólo un gafapasta tendría sueños húmedos con otro gafapasta, y en dicho sueño, muy posiblemente se trasformaría en su vecina la cani o en su vecino ese que pasa todo el día en el gimnasio. Es triste, la verdad. Por supuesto, una de las características gafapastiles por excelencia son las gafas de pasta, es obvio. Cuanto más gordas y desagradables a la vista, mejor que mejor. Y si son rosas o amarillas, eres un dios gafapastil. Se han llegado a analizar casos de individuos con la biografía de Woody Allen bajo el brazo mirando fijamente al sol sin pestañear, esperando pillar una buena enfermedad ocular. ¡No soy nadie sin unas gafas! ¿Por qué me has dado esta fantástica vista, cruel dios? El pelo también es importante para un gafapasta, o muy rizado y alborotado, o fino y lacio caído sobre la frente y las orejas. Sin lavar mucho mejor. Ya sabéis, sobre todo hay que dar bastante asquito. Eso es indispensable. 

El frikichentero viste como lo sale. Es decir, si va a una boda pues viste con el traje que le haya comprado la madre o la mujer. Si está en casa, va con pijama o chándal y si sale a la calle, lleva vaqueros y camiseta. Vamos, viste normal, no pretende destacar con su ropa ni integrarse así. En algunos casos, la indumentaria puede tener un toque de frikismo. Camisetas de algún grupo jeviaco pasado de moda, o con la estampa de un tentáculo morado. La riñonera/mariconera, es fundamental, eso si. En ella cabe perfectamente una Nintendo DS, un par de pinzas USB y pilas AAA, que nunca vienen mal.  

¿Y la confrontación? ¿Qué demonios tiene que ver un individuo con el otro? Os plantearéis. Pues bien. He confrontado al gafapasta hispano y al frikichentero por dos motivos básicos. El primero es porque odio a un ser e idolatro al otro. El segundo, y que si que tiene sentido, es porque uno vive por y para aparentar ser un tipo inteligente, sensible y superior. Y el otro vive para divertirse y para aprender. Es decir, las dos posturas ante las que creo que se puede asumir la vida perfectamente, al menos en el ámbito relacional. He aquí donde comienza la confrontación: gustos musicales, fílmicos, hobbies, supuestos de conversaciones, etc. Y a pesar de ser la misma historia, debe ser contada en otra ocasión, nos vemos en la segunda parte. 3…2…1… ¡FIGHT!

2 comentarios

Sindejarde... -

Tu lo que eres es tonto, jejejee.

sacos man -

Compón, hombre, compón! que no "copón". Que los Nabissen deben salir adelante.

Bueno, el desenlace te lo podías haber ahorrado porque no hay más que leer el resto para saber de qué calaña eres.
¿Y tú eres comunista?. Yo ni gafaspasta, nifirkichentero, soy anarko-punk.